Cuida los preparativos de tu reportaje fotográfico familiar para que esta experiencia sea aún más inolvidable
1. Ser tu/vosotros mismos. Piensa que regalarte una sesión de fotos es algo que haces por y para ti y los tuyos. Por eso, no hay nada que fingir ni necesitas estar perfecta. Ni tus hijos tampoco. Esos kilos “de más” o de «menos»; ese morado en la rodilla de tu peque; esa mancha en la piel de tu bebé, ¡está genial! Date el permiso para ser y mostrar todo lo que sois.
Cada fotografía serán la prueba visual de vuestro momento presente y de quienes sois como seres humanos y como familia. Adoro la naturalidad ante todo y es por eso que, mi consejo es que antes de la sesión, reflexiones sobre esto, y cuestiones los pensamientos que te puedan hacer creer lo contrario.
2. Reservarte el día. Vivir una sesión de fotos profesional es algo que no haces todos los días y que probablemente no hayas hecho antes. Así que te invito a que desconectes de tu día a día y que pongas de tu parte para que el día escogido sea maravilloso y especial.
Aprovéchalo al máximo; es una gran excusa para salir de la rutina y para hacer algo diferente y único. Sea como sea que hayamos planteado el reportaje, vívelo con la intensidad y emoción que se merece. Imagina la sesión de fotos como una cita contigo misma (y con los tuyos). En los ratos previos, haz aquello que te (os) haga sentir bien, ya sea escuchar vuestra música favorita, bailar, un baño relajante…unos mimos o algún capricho para llegar a la sesión con una energía bonita, alegre y positiva.
Y si puedes, tómate (tomaros) el día libre de obligaciones. Ven a la sesión libre de tensiones y con el ánimo en el lugar que mejor te haga sentir. Y de paso inspirarás a tus hijos a hacer lo mismo, ya que, como sabes, ellos «copian» nuestras emociones y energía.
3. Vívelo como un juego. Ya sea si el reportaje es sólo para ti, en pareja o con los hijos. Conozco de primera mano como te sentirás probablemente en los primeros minutos, ¡es normal! Es algo nuevo para ti. Tan sólo respira, disfruta y disfruta. Te ayudaré a que te sientas cómoda enseguida y todo fluirá. Los niños además necesitan esa libertad, al igual que los mayores. Y si no paran quietos, ¡no te preocupes! Tengo la habilidad y experiencia necesaria para congelar todos sus movimientos. Que jueguen, se muevan y diviertan siendo ellos mismos, es lo mejor que nos puede pasar.
4. Vístete de manera que te sientas cómoda y guapa. Elige esa ropa con la que te sientas especial y que potencie tu personalidad. La ropa de los tuyos combinará con la tuya en estilo y colores. Funciona muy bien los colores lisos y suaves. Según vuestro estilo, te daré consejos sobre detalles que es mejor evitar y por supuesto te guiaré si lo necesitas. Son muchas las veces que me mandáis fotos de la ropa que habéis pensado y yo os ayudo a elegir la mejor opción. Lo más importante es que la ropa os represente, os haga sentir bien y por supuesto, os permita fluir libremente en la sesión de fotos.
5. Usa algo importante en el caso de que te apetezca incluir algún objeto especial. El colgante que te compraste en aquel maravilloso viaje, la falda que te regaló tu mejor amiga, la manta que tejió tu abuela para tu bebé, el pañuelo que te acompañó durante el embarazo y que luego usarás para arrullar a tu recién nacido. Piensa que lo que lleves en esas fotos quedará en vuestra memoria para siempre, y que merece un especial cuidado atender. Cada detalle que aparezca hablará de ti y de tu familia.
6. Déjate llevar por el momento y las circunstancias. No pasa nada si el día amanece nublado, si hace viento o si el lugar elegido está atestado de gente. Si mantenemos la alegría y la confianza nos adaptaremos a todo lo que ocurra y estaremos tranquilos para buscar las mejores alternativas en caso de que sea necesario. Si tu hijo entra en modo rabieta o huye de la cámara ¡Respira! Confía en que encontraré la forma de traerlo a mi terreno. Tan solo mantén la calma y se creativa conmigo. La actitud positiva nos ayudará con todo. Sin forzar nada ni obligar a tu peque a que haga algo concreto.
7. Trae lo imprescindible. Si la sesión va a ser en una localización en exteriores, quiero que tus manos estén libres para tocar, abrazar, acariciar y lo que puedas sentir en ese momento. Mis sesiones no están planificadas con guiones por lo que cuantas más cosas llevéis, más complicado será ser espontáneo y fluir con lo que os apetezca. Una mochila ligera para llevar lo básico puede ser más que suficiente.
8. Conecta contigo misma, con tu pareja, con tus hijos. Miraros a los ojos, tocaros, acariciaros, sonreíros. Deja cualquier roce a un lado o aquella tensión antes de salir de casa. Dile a tu peque algo al oído que no le hayas dicho antes, o repítele aquello que tanto le gusta. Abrázales mucho y exprime al máximo cada minuto de vuestro reportaje.
9. Presta atención a tu hogar. Si la sesión de fotos es en vuestra casa, cuida aquellos detalles que no quieras que aparezca en las fotos por alguna razón, pero sin obsesionarte. Ante todo buscamos la naturalidad y siempre podré mover o quitar aquello que no quede bien en la misma sesión. Abre bien las cortinas y persianas para que entre toda la luz natural posible, ya que no uso flash ni otras luces artificiales. Recuerda que buscamos la autenticidad y vuestro hogar es perfecto tal y como es.
Y por último, y no menos importante:
10. Apaga el móvil durante toda la sesión. Y si es posible, antes y después de ésta. Estaréis centrados en lo que de verdad importa y esa sensación maravillosa que os quedará viviendo esta experiencia fotográfica, os durará mucho más que sí estáis pendiente del teléfono.
¿Añadirías algo? Si ya estás deseando vivir un reportaje así con tu familia, no pierdas el tiempo y ponte en acción. Ponte en contacto conmigo aquí.