¿Cuál es el mejor momento para hacer un reportaje de familia? He ahí la pregunta que siempre aparece. Y cuya respuesta siempre escuchamos en distintos sitios: Ahora.
Ahora es el momento. Ahora es vuestra oportunidad.
Porque si algo te ha impulsado a buscar esta información , a mirar este post o a preguntarme es porque lo has sentido “el gusanillo”, la ilusión que te recorre todo el cuerpo en forma de cosquillas.
Cierra los ojos y piénsalo. ¿Se te dibuja una sonrisa en la cara? No importa la temperatura, no importa que el lugar elegido sea concurrido, no importa si tu hijo/a está en plena temporada de rabietas o en mitad del curso escolar. Lo único que importa eres tú, sois vosotros. Vosotros, ahora.
Del resto, me encargo yo. Eso sí, te prometo que lo cocino a fuego lento, como el mejor puchero. Para que tengas el mejor reportaje de familia cada año, fiel a las circunstancias que os rodean, reflejando cada gesto, cada mirada…
¿Un reportaje de familia Cada año?
Para tener un recuerdo fiel de cada etapa que vive tu familia, la frecuencia ideal es un reportaje al año. Mes arriba, mes abajo. Así lo hacen algunos de mis clientes. Ellos me cuentan que como lo tienen planeado, pueden ir ahorrando a lo largo del año para este regalo que se hacen. Para ellos es importante, parte de su legado familiar.
La que trae Paz
Así, parte de su legado quedará el reportaje que hice a la familia de Irene, la niña de la sonrisa permanente. ¿Sabes el significado de este bonito nombre de origen griego? “La que trae paz».
Mira las fotos y dime si no le hace justicia.
Cuando su mamá me llamó lo hizo porque tenía claro que quería inmortalizar la etapa especial que estaban atravesando. Sentía esas cosquillas, la llamada del “ahora”. Sería su forma de guardar lo más vívidamente posible su situación actual. Ella, sin saberlo, dio respuesta a la pregunta que suelo hace cuando asaltan las dudas: ¿qué quiero conseguir con este reportaje?
De inmediato conectamos. La chispa surgió y pronto cuadramos agenda, pusimos fecha y planteamos la sesión. Elegimos la playa de Cabopino, lugar mágico donde los haya por su luz, por la atmósfera que se respira.
Como ya sabes, me gusta que las sesiones de fotografía sean lo más naturales posibles. A las familias también les gusta porque se sienten más cómodas. El resultado siempre es positivo.
Porque la belleza de la fotografía de familia reside en el reflejo de la cotidianidad, los pequeños placeres, los gestos, las miradas, el juego compartido, la risa.
No hace falta nada más. Solo compartir, ser y estar juntos en familia. No necesitas una circunstancia idónea ni concreta. La que tienes ahora, tal cual, en tu familia, es la mejor de todas. En este enlace puedes ver cómo planteo los reportajes de familia y para más información puedes escribirme a través de éste formulario.
Termino invitándote a ver la paz de estas fotos y a reflexionar sobre el valor profundo de la fotografía de familia, que va mucho más allá de tener unas cuantas fotos bonitas. Es la memoria de tu familia. Es recordar para toda la vida el momento que estás viviendo. Es compartir una experiencia única, muy valiosa, para poder volver a ella cada vez que necesites descubrir. Para regresar cuando necesites recordar en qué punto estabais como familia.