Fotografía de seguimiento del bebé en Málaga. Emma

 

A una parte de esta maravillosa familia ya te la presenté en su reportaje de embarazo. Fué una sesión de fotos íntima, en casa, Noelia, su perra Noah, Emma dentro de su madre y yo.

Una vez que nació la bebé, fuí a conocerla a su casa con menos de diez días de vida. Aún no se le había caído el ombligo y eso es algo que me encanta fotografiar. Era el momento de su reportaje de recién nacida.

Fue precioso ser partícipe de esos primeros días. La familia recién formada, y yo allí, de espectadora, sintiendo que el tiempo se había parado y disfrutando de cada cosa que iba ocurriendo. Noah, la perra de agua, aún estaba familiarizándose con ella, con su olor y con su presencia. Se había convertido en hermana mayor y había dejado de ser la protagonista de la casa. ¡Menudo cambio para tan poco tiempo! Desde luego que se la veía encantada con él.

Me encantó usar las cosas que ellos tenían y que Noelia me fuera contado la historia que había detrás de cada una de ellas. ¡Cuanto gusto y cariño por cada detalle!

Noelia y Rafa querían documentar esta etapa siendo padres por primera vez, y no quedarse sólo con un instante de la vida de su hija. Así que planeamos juntos hacer un reportaje de familia cada pocos meses, hasta cumplir el primero año. Casi sin darme cuenta, gracias a ellos, había creado lo que ahora llamo reportajes de seguimiento del primer año del bebé.

Después de las fotos de recién nacido, nos volvimos a ver para una sesión de fotos cuando Emma tenía unos 3-4 meses. En esa ocasión, primero fui a su casa de nuevo, ya que nos hacía mucha ilusión repetir aquella foto de Noelia embarazada en el parqué de su casa, con todos aquellos discos. Pero esta vez, con Emma. ¡Qué mágico!

Luego nos fuimos al pinar de abajo de su casa, donde ellos pasean cada día a Noah. No se nos ocurrió mejor lugar para hacer estas fotos. Qué mejor escenario que un sitio tan familiar para ellos.

Y llegaron los 8 meses, y con ellos, el siguiente reportaje que habíamos acordado. De nuevo elegimos un paraje que fuera especial para ellos, de su vida presente e incluso del pasado. Noelia me contó que había pasado gran parte de su adolescencia en el Parque de la Paloma, en Benalmádena, así que imagínate que pasada. Volver allí pero con tu bebé, a seguir creando recuerdos para el futuro. Emma ya estaba tan acostumbrada a mi y a la cámara que fue todo muy fácil y cómodo.

Qué gustazo verla crecer, de verdad. Es que casi que me cuesta expresarlo con palabras.

Hasta que Noelia no me lo pidió, no me habia planteado hacer este tipo de seguimiento del bebé. Siempre me había atraído la idea de ver crecer a una personita, pero las referencias que había visto en este tipo de sesiones no casaban con mi forma de enterder la fotografía de familia, y no me terminaba de animar a ofrecerlas.

Pero tenía que vivirlo para darme cuenta de que podía hacerlo a mi manera, sin perder mi esencia y descubrí que merece muchísimo la pena. Desde entonces, es algo que entra en mis planes, que recomiendo a los padres que me contactan para documentar su maternidad y que, desde luego, es una opción con mucho valor para la familia.

Y para terminar este ciclo, llegó el primer año de Emma (bueno, en realidad habían pasado algunas semanas desde su cumple, pero entre unas cosas y otras nos costó encontrar el día para esa tarde, pero llegó al fin).

Fue muy cerquita de la anterior, pero esta vez pensamos en cambiar de escenario para que el reportaje final, el resumen de su primer año como familia, fuera lo más variado posible. En esta ocasión nos fuimos a la playa, a la zona del Castillo del Bil bil.

Emma ya daba sus primeros pasos y fue genial capturar en imágenes esas primeras veces.

¡Ay! qué bonito ha sido recordar esta experiencia! Espero que te haya gustado tanto como a mi esta historia, y que la disfrutes aún más viendo las fotografías.

Y a vosotros, Familia, ¿cómo se cuenta con palabras tanto agradecimento? Ha sido todo un honor vivir esta aventura. Y crear este álbum de familia para vosotros. Además de un privilegio formar parte de los recuerdos de Emma. ¡Imposible olvidaros!

Un abrazo enorme,

Inés