Queríamos tener un recuerdo de nuestra boda, pero no nos gustaba nada la idea de posar y no queríamos fondos, posturitas ni escenarios artificiales. Inés supo captar desde el principio nuestra idea y se implicó a fondo para conocernos mejor y saber qué detalles del gran día eran más especiales para nosotros: quiénes no podían faltar en las fotos, qué momento sería más emotivo, dónde, cúando, cómo sería todo y qué sentido tenía para nosotros. El resultado no puede ser mejor, nuestro reportaje de bodas es el fiel reflejo de un día maravilloso. Está lleno de sonrisas, miradas, abrazos, alegría. ¡¡Yo no me canso de ver las fotos!! El novio (ahora marido) era especialmente reacio al reportaje y sin embargo estuvo super cómodo con Inés y ¡¡hasta le propuso alguna foto!! Una gran profesional, cercana, atenta y dispuesta a adaptarse a lo que le pides sin dejar de poner su toque artístico y personal en cada imagen. Yo la recomiendo sin dudarlo pero si aún no lo tenéis claro echad un ojo a sus fotos y os convenceréis!!