Gracias a este increíble reportaje de Inés he comprendido, de la manera más auténtica y más verdadera, el enorme valor, en este caso terapéutico, de la fotografía familiar. Después de mi experiencia, no puedo hacer otra cosa que animar a todos aquellos padres (hombres) que por las circunstancias que sean necesitan un refuerzo psicológico que les haga sentirse más unidos a sus hijos, a que se fotografíen con ellos. Les animo a que lo hagan mientras juegan, mientras comparten gestos de cariño mutuos, les animo a que encuentren lugares y situaciones que les ayuden a manifestarse el verdadero amor que se tienen; pero, sobre todo, les ánimo a que lo hagan frente a la cámara de Inés Montufo, porque pase lo que pase, ella tiene el talento y la sensibilidad para ver lo que con seguridad necesitan que vea. Inés, un millón de gracias por este regalo tan importante para mi y para Julieta. Quiero que sepas que valoro infinito este maravilloso reportaje que nos has hecho a mi hija y a mi.