Sabía que Inés iba a ser mi fotógrafa mucho antes de estar embarazada. Sus fotografías naturales, sin artificios, y a la vez tan potentes y tan cargadas de emoción me atraparon desde el primer momento en que las ví. Meses mas tarde (yo diría que años), ahí estabamos nosotros, embarazadísimos, delante del objetivo de Inés. Qué verdad que es que al final todo llega y que la vida nos va conectando. Y llegó el día.. todos los nervios de los preparativos y los miedos a no encontrarme bien (el embarazo ya estaba avanzado) se esfumaron gracias a la cercanía, dulzura, cariño, empatía y por supuesto profesionalidad que nos brindó Inés. Empezamos nerviosos e incluso un poco ortopédicos diría yo, pero ella, con la naturalidad que la caracteriza, supo relajarnos y sacar lo mejor de nosotros. Pasamos un día maravilloso, que superó con creces nuestras expectativas. Sin duda algo que siempre recordaremos y parte de nuestra historia para contar a nuestra hija. Millones de gracias, Inés. Ya estás fichada como la fotógrafa de nuestra familia.